vertixe infinita

É máis que grande, é inmenso.
¿Por que?
Porque se atreve.
Victor Hugo

temor

Sosegadamente cobijada en refugio de paz, tejiendo pausadamente historias de vida en gruesa lana de color, por veces enredada, como bufanda de invierno que da calor a almas de agónicos espejos laberínticos. Interminables hilos interrumpidos, que entrecruzan vías de paso entre ríos de temor salado de montaña, temor a lo desconocido, temor a lo imaginado, temor a lo inesperado, temor incrementado, temor pródigo en el tiempo... inexplicado.

Nubes de tormenta

Rutas inescrutables envuelven tibiamente corazones impulsados al compás de bicicletas, combinando pedales ansiosos, que persiguen la ansiada cumbre de nieve y arco iris, con descensos equilibrados buscando su propia marea. No existe un ritmo en conciencia determinado, marchas pausadas, velocidades inquietas cual desbocado tropel a caballo, paradas abrumadoramente inesperadas o tal vez cobardemente ignoradas, esperas en tiempo indefinido, repetidas secuencias simplemente susurradas en el viento. Es tiempo de dirigir el rumbo bajo la tormenta.