Tímida silueta de sonrisa inquieta dibujada ante atónito espectador, tal eterna ceremonia de inocente tarde de ilusión. El telón se abre ante el esencial de sus espectáculos, lugar donde varita y chistera se tornan en superfluos aderezos esta vez, pues la magia se encierra en el siempre indeciso discurrir de sus enigmáticas emociones. Tiempo de teatro en espera de próxima función...