So, so you think you can tell heaven from hell,
blue skies from pain.
Can you tell a green field from a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
Did they get you to trade your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
Did you exchange a walk on part in the war for a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year,
running over the same old ground.
What have you found? The same old fears.
Wish you were here.

David Gilmour/Roger Waters

de calmadas inquietudes


Tímida silueta de sonrisa inquieta dibujada ante atónito espectador, tal eterna ceremonia de inocente tarde de ilusión. El telón se abre ante el esencial de sus espectáculos, lugar donde varita y chistera se tornan en superfluos aderezos esta vez, pues la magia se encierra en el siempre indeciso discurrir de sus enigmáticas emociones. Tiempo de teatro en espera de próxima función...

blanco y negro

Vivían ensayando mil y una aperturas, estrategias, sacrificios, finales de peones... Arduo alcanzar el jaque mate en una partida que siempre acabará en tablas.

miraxes

Afondar, máis unha vez, na incógnita daquela beleza etérea, sutil, na que poucos tiñan reparado. Unha silueta hipnótica que, co paso do tempo, aprendera a descubrir con sixiloso vagar distendido, atopándose profundamente perdida no sorriso misterioso dun ollar eterno en matices. Temor a sucumbir novamente perante a inercia da maxia.

de roto silencio

Paseniño, tras discurso parcial, afundían no seu interior moreas de palabras acumuladas, sen acadar a ubicar un punto exacto no seu subconsciente, insinuando ecos intensos de montaña abisal.
Incapaces de comprenderse baixo un mesmo idioma de chuvia, indagaba na orixe das pautas que, trazadas coma en pueril caderno de caligrafía, guiaban as interminábeis conversas plenas en verbas mais futéis en contido. Cansa, na fin, de oídos repletos de palabras que non lle dicían nada.

?

máis unha volta?

descalzas voluntades

Caminar a través de vidas ajenas, sigilosamente de puntillas, como zapato en princesa de cristal, impregnándose a su paso de aromas de insólita pintura, trazando originales notas de pentagrama musical, difuminando sonrisas en papel carbón... Marcharse, como brisa helada, absolutamente consciente de no haber dejado rastro alguno de su tránsito, cual pasajero de cabriolé medieval en ciudad perdida. Sentirse, perdida, ante recónditos senderos en exceso enigmáticos.

o acaso

momento de saltar ao baleiro. Ousas?

enredando

Novamente vertixe de noites de casino desbordado. Xogará, acaso, a sorte ao seu favor, ou tal vez o azaroso destino urdirá os seus fíos enmarañados máis unha vez? Arduo decidir a que número apostar en momentos fondo seducida polo visceral e inaccesible. Agardar un inesperado sinal sosegado.

letras de papel

Séntese radiante ao tornarse por un tempo en nena pequena de noite de reis que, coma por arte de maxia, así coma a fada de conto coa súa variña, consegue borrar para sempre memorias de intres immarcesíbeis en exceso. Unha man delicadamente suave recorre lentamente as follas do desgastado papel, percibiendo pausadamente liñas, ao fin baleiras, que abarrelan a distorsionada harmonía interior.

contornos, límites... perfiles

Textura imprecisa de tenue papel perfila el collage de su vida entre siluetas recortadas de ausencias prolongadas, espacios insólitamente ocupados por sombras a medida de su propia tijera, universos nunca más recuperados, mas en vano saturados con aureolas de disperso color. Eclipses por demasiado tiempo contenidos. Aspirar a intuir dónde se esconde el papel de caramelo que rellena ese vacío abismal.

aproximadamente luciérnagas

- ¿Estás triste?
- Esta noche he vivido todo lo que había planeado para una vida entera. Ahora me siento vacía.

en La noche que dejó de llover

rastros e pegadas

Amenceres que irrompen no profundo desacougo mentres na súa cabeza soa un eco de incógnita, ¿por que carecer de dereito de admisión na súa telaraña de soños encadenados?

sinrazón

Abre la ventana para respirar el aire renovado de viejas mentiras viciadas. Mentiras como losas, que una tras otra han construido una barrera de ineludible desconfianza, indagando en razones cobardes jamás pronunciadas. Le gustaría hubiese sido otro el camino; respira profundo, le cautiva sentir el viento en su cara, rodeándola y atrapándola, transportándola en atmósfera virtuosa de osadía. Porque sabe que aunque otros piensen lo contrario, siempre es tiempo demasiado.

quizás

Irracionalmente arrastrada, por veces, a tardes de parques de ciudad, dejándose caer en bancos vacíos de soledad, para deleitarse con palabras vagabundas de personas inquietas de tiempo despojado. Bajo seductora concomitancia teje, sin saberlo, horas en segundos, cual ridícula araña de clima tropical, enlazando recónditas sonrisas a palabras siempre en demasía cautelosas. Devorando el tiempo de este modo hasta que la silueta de las sombras se funde en abrazo con la hosquedad de la noche. Quizás nuevas tardes llegarán mañana.
como bailarina etérea de caja musical girando en sinfonía invernal, soñando en ángeles de alas negras de cristal, a pesar de todo y por favor, nunca dejen de volar...

ideas atropelladas

Por veces sentía como si su cabeza fuese un tiovivo de tropel disciplinado, rodando bajo el ritmo continuado de la misma idea. En esos momentos sentía el deseo irrefrenable de bajarse en marcha de sinuosa atracción pueril, convirtiendo esos elegantes caballos adiestrados en majestuosos animales alados que le permitiesen, por fin, plasmar el excéntrico carrusel de su teatro espiritual. Otras veces, la mayoría, sentía que nunca deberían cesar de girar...

lío

Nunca le habían gustado los hilos ni las agujas, pues había crecido pensando que el talento artesano no se hallaría jamás en unas manos punzantes de impericia. Sin embargo, permanecía eterno embelesada por los botones, componente primario y fundamental de esta atmósfera textil, embargada por lo diminuto, colorido y diverso. Capaces, en su justa medida, de enlazar historias de excéntricos retales por largo trecho extraviados. Una vez más esa pregunta revolotea en su ofuscada claridad. ¿Instante de sumergirse en cajón de sastre?

montañas

Solía gustarle jugar a construir castillos de princesas en islas remotas de paraíso demencial, pero la cumbre vetusta de piezas de colores, amplias veces socorrida, se amontona hace tiempo en un remoto rincón de su esperanza entumecida. A ratos persiste inmutable, sintiéndose incapaz de dar forma a un sueño latente impregnado de exceso irreal. Emerge inconsciente una pregunta eterno pretendida: ¿Osáis a caso intentarlo vos?

de ortografía

Empeñada en pensar nun inquedo mañá de puntos suspensivos onde para moitos era, dende tempo atrás, un definitivo punto e aparte.

shhhhhhhhhhhh

Por un instante permanece en silencio, abrumadoramente apasianoda por el latido de su alma y la candidez de un gesto utópico. Le observa dormirse, pudiendo pasarse horas contemplando aquel viaje imprevisible a dominios de Morfeo, sorprendida, siempre, de ese momento de calma en un espíritu naturalmente inquieto. Durante un segundo, tan sólo, se siente el hada de cuento que dirige los sueños a su antojo, tejiendo en otra cabeza una telaraña de teatro de princesas. Dibuja tímidamente una sonrisa ensimismada, mientras espera que la luz de alba la devuelva a su eterna mañana.

alas

Su cabeza es una pecera de invierno donde esa idea tenaz da vueltas y vueltas sin parar, en eterno carrusel, tal y como recuerda aquel pez rojo de acuario visitado, tal vez, lejano tiempo en una infancia jamás por entero concluida. El paso del tiempo ha convertido lo extraño en habitual, aunque en ocasiones de absoluta entereza se resiste, dentro de su propia afonía, a permitir que el inexorable percurso de las estaciones borre la huella de su otoño preferido. Se cuestiona si algún día cercano sus inquietos peces rojos conseguirán, al fin, alas para volar.

luces de melancolía

The other night dear, as I lay sleeping
I dreamed I held you in my arms
When I awoke, dear, I was mistaken
And I hung my head and I cried.

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away.

I'll always love you and make you happy,
If you will only say the same.
But if you leave me to love another,
You'll regret it all some day:

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away.

You told me once, dear, you really loved me
And no one else could come between.
But now you've left me to love another;
You have shattered all of my dreams:

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away.

In all my dreams, dear, you seem to leave me
When I awake my poor heart pains.
So when you come back and make me happy
I'll forgive you dear, I'll take all the blame.

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away.

vertixe infinita

É máis que grande, é inmenso.
¿Por que?
Porque se atreve.
Victor Hugo

temor

Sosegadamente cobijada en refugio de paz, tejiendo pausadamente historias de vida en gruesa lana de color, por veces enredada, como bufanda de invierno que da calor a almas de agónicos espejos laberínticos. Interminables hilos interrumpidos, que entrecruzan vías de paso entre ríos de temor salado de montaña, temor a lo desconocido, temor a lo imaginado, temor a lo inesperado, temor incrementado, temor pródigo en el tiempo... inexplicado.

Nubes de tormenta

Rutas inescrutables envuelven tibiamente corazones impulsados al compás de bicicletas, combinando pedales ansiosos, que persiguen la ansiada cumbre de nieve y arco iris, con descensos equilibrados buscando su propia marea. No existe un ritmo en conciencia determinado, marchas pausadas, velocidades inquietas cual desbocado tropel a caballo, paradas abrumadoramente inesperadas o tal vez cobardemente ignoradas, esperas en tiempo indefinido, repetidas secuencias simplemente susurradas en el viento. Es tiempo de dirigir el rumbo bajo la tormenta.

never ending

This never ending song, is scraching, scraching my brain
like a vinyl in desire
this never ending thought is coming and is gone
it's travelling, on a plane on my way.

And in a highway too, as if I speak for you and I say
that you did those things I did in the past, it's true
and in a highway too, in a truck I do
keep your stuff in my pocket,
just like I did with the days we flew.

This never ending thought is coming and is gone
it's travelling, on a plane on my way.
This never ending song is coming and is gone
it's travelling, on a plane on my way.

Gone, play on
Gone, play on
Gone, play on
Gone, play on
...

colores y más...

Bajo silencio sigiloso recoge cuidadosamente la vieja caja de acuarelas con las que ha ido dibujando, bajo compás de primavera, la suave ironía de su vida. Ha saboreado el hastío esbozando sonrisas matizadas en inmutables rostros de siluetas carentes del mínimo entusiasmo, sombras de cartón que basan su existir en la simple y elemental supervivencia. Los colores se han ido difuminando pausadamente en océano de sal, hasta percatarse del carente sentido de dibujar sonrisas de tornasol cuando la atmósfera no abandona el sombrío gris. Percibe que es tiempo de ceder sus colores en lata a quién todavía crea en la ilusión... hoy alguien eres tú.

acróbata

Sentirse plenamente capaz de mantener el equilibrio en su universo absurdamente delirante. Soportar inamovible el suspirar irracional del viento de ciudad, mantenerse como ambulante trapecista de anfiteatro de cristal, perseverante siempre cual funambulista sonámbulo sobre hilo de metal. Pretender, sin caerse, afianzarse frente a quien osa, con descaro, perturbar un sueño de circo. Figurarse, quiméricamente, malabarista de sentimientos.

sombras de vida

En ocasiones se detiene a pensar en oficios y profesiones, cuál sería el ideal, el realmente elegido. Sombrerero es, muchas de esas veces, la ocupación preferida, porque le gusta inventar con cada sombrero un personaje, dirigido cual marioneta por los hilos invisibles de su pensamiento. De siempre le gustó la huella que imprimen los sombreros al semblante de la gente, y la gente soñadora que se figura dar vida a los sombreros. En su devaneo se imagina rodeada de innumerables clases de sombreros, formas y colores, plenos de desasosiego, aguardando, ansiosos, a que alguien entre por la puerta y se los lleve. Recorrer mundo, vivir historias fuera de la caja de latón, impregnándose de personalidad, sin saber el destino que les aguarda conducir sobre esa silueta que cruza vacilante el umbral. Se despiden, los clientes, convencidos de haber elegido el más idóneo, ignorando por completo que en su tienda irreal no son personas que eligen sombreros, sino que ellas son las elegidas.

mañanas de invierno

Se levanta una mañana envuelta por la comedida luz en su ventana. Por un instante se para a escuchar el cadencioso sonido de la lluvia irregular. Es una secuencia eterno tiempo repetida que jamás se cansará de descubrir, el sabor predilecto de sus largos inviernos. Cobijada bajo paraguas generoso sale silenciosa a una calle desierta, pasea con ritmo sutil, reuniendo en cada pisada colores de lluvia que todo el mundo ve gris. Respira profundo y se siente recónditamente feliz de vivir en una ciudad de paleta de pintor.

aprendendo a camiñar

Contundentes tesoiras baixo man inqueda docemente guiadas. Corte decidido e delicado a un tempo, arriscado, ousado, trazando con suavidade o perfil requirido. Esas ás espesas de levidade, preparadas finalmente para repousar por tempo indefinido no máis fondo do baúl. Desexos desmesurados de camiñar o máis preto posíbel do temeroso chan, anudada á terra, carecendo por completo da máis mínima posibilidade de levitar. Ser capaz de conformar unha percepción adherida ao terreo. Non sentir endexamais a necesidade inmensa de recompoñer as ás, permitirse olvidalas, pensar tal vez en emprestalas, ten sido longa a viaxe. Decidida a sentir con plenitude cada unha das pedras do camiño, a esquecer o voo dos paxaros, mergullándose dunha vez no ata o de agora impenetrable... a sombría realidade.

cúmulo de circunstancias

¿Qué te pasa princesa? - dibujó en el aire con voz temerosa, sintiéndose responsable inmensamente de lo que había despertado.
Silencio desapacible invade por un instante el espacio de la respuesta. De su tierna mirada de miel comienzan a brotar dulces e inesperadas lágrimas saladas, como pétalos de flor, por el futuro incierto desbordada.
Sin quererlo ya lo ha dicho todo sin decir nada.

recordos no deserto

Palabras, silencios, esencias que conscientemente ignoraba que existían, convencida de que permanecían nun letargo obscuro e esquecido, aplastado, moi alá no fondo, coma nun pozo desecado en evolución pausada cara deserto xeado.
Pequena viaxe rutinaria, difuminada no constante fluír do cotidiano, baixo sensacións adormecidas de amencer outonal. A casualidade, azar, incrible destino para algúns poucos ilusos, fai aparecer ao seu carón, baixo forma indefinida, o estímulo adormecido. Escomeza a brotar a auga, paseniño...